Tuesday, February 20, 2007

SITIOS SAGRADOS.-

La madre tierra es para nosotros, los pueblos indígenas, sinónimo de fuente de riqueza económica y medio de subsistencia gracias a que nos da el maíz, elemento esencial de nuestras vidas. Pero no sólo eso: la madre tierra también nos permite concebir el mundo desde una perspectiva integral.
.
SITIOS SAGRADOS
.
Desde nuestro origen y bajo cualquier latitud, los pueblos indígenas hemos considerado a la tierra como algo sagrado. Ella nos da la vida y es parte fundamental de nuestra cosmovisión, por lo que la respetamos y la veneramos. Hemos heredado de nuestros abuelos una convivencia armoniosa con la naturaleza, lejos de pretender someterla como si fuéramos sus dueños.
.
La tierra es raíz y fuente de nuestra cultura, a la cual tenemos que acudir diariamente para regenerarnos. Ella contiene nuestra memoria, ella acoge a nuestros antepasados y requiere, por lo tanto, que la honremos y le devolvamos con ternura y respeto los bienes que nos brinda.
.
Hay que cuidar y guardar la madre tierra para que nuestros hijos y nuestros nietos sigan percibiendo sus beneficios. Si el mundo no aprende ahora a respetar la naturaleza ¿qué futuro tendrán las nuevas generaciones?.
.
A lo largo de estos últimos años, nuestra madre naturaleza ha sufrido un deterioro, en numerosos casos irreversible. La destrucción de bosques, la contaminación de ríos, lagos y mares, el calentamiento global se han convertido, en este naciente siglo XXI, en una temática de carácter prioritario si no queremos vernos convertidos en testigos de la lenta agonía de la Humanidad.
.
Sin embargo, a pesar de esa marcha acelerada de la todopoderosa modernidad hambrienta de espacios y pulmones siempre menos vírgenes, diversas iniciativas impulsadas por personas, instituciones y movimientos interesados en la conservación de la vida han logrado, en muchos casos, crear las llamadas áreas protegidas y frenar la despiadada depredación que parecía encaminada hacia un trágico destino. Esta comunidad "conservacionista" ha actuado de manera paralela a la experiencia ancestral que han desarrollado nuestros pueblos.
.
Desde siempre, los pueblos originarios han preservado entre sus valores la importancia de mantener una convivencia armoniosa, equilibrada, de respeto espiritual con la naturaleza.
.
Por ello es que muchos de los lugares que rodean las comunidades, la tierra donde se siembra, los bosques, los cerros, los ríos, los lagos y otros, tienen una dimensión espiritual mayor que los convierte en “sitios sagrados”.
.
Esta práctica ancestral ha sido sistemáticamente olvidada por los gobiernos y otros sectores de las grandes ciudades. Sin embargo, durante los últimos años existe un creciente reconocimiento a la importancia histórica que tienen los lugares sagrados y las prácticas tradicionales de protección de las zonas naturales que han cultivado los pueblos indígenas.
.
No es casualidad que muchas de las áreas protegidas por los ambientalistas sean zonas que han sido pobladas, trabajadas y conservadas por pueblos indígenas, los cuales, por medio de su tradición, su cultura y sus propios contextos ambientales, han sabido transmitir por generaciones el respeto a la madre tierra.
.
Muchos de las iniciativas de los gobiernos o las instituciones nacionales e internacionales para conservar la naturaleza chocan con los pueblos indígenas, ya que se desconoce el valor de sus lugares sagrados y sus prácticas tradicionales.
.
Por eso es necesario impulsar nuevos procesos de intercambio de experiencias y posteriores alianzas entre la comunidad interesada en preservar la naturaleza y los pueblos indígenas.
.
Con una mejor comunicación, una disposición a escuchar, entender y asimilar las prácticas ancestrales de los pueblos indígenas, los organismos nacionales e internacionales genuinamente preocupados por nuestra fauna y flora, enriquecerían sus estrategias para establecer iniciativas viables y perdurables para revertir el terrible deterioro ambiental. Eso permitiría además lograr la supervivencia y el manejo efectivo de los sitios sagrados y tradicionales de nuestros pueblos.
.
Con iniciativas de este tipo podremos revertir, no sólo el deterioro ambiental, sino asimismo otros aspectos discriminatorios del conocimiento indígena.
.
ESCRITO PARA LA ORDEN BONARIA, POR LA PREMIO NOBEL DE LA PAZ. Rigoberta Menchú Tum.




BIOGRAFÍA.-



Rigoberta Menchú Tum. Indígena maya quiché. Nieta de mayas, esposa de Ángel, madre de Mash. Nació en Chimel, una pequeña aldea de las montañas del Quiché guatemalteco, en 1959.
.
A los 19 años comenzó a militar en el Comité de Unidad Campesina (CUC), mientras el ejército nacional llevaba a cabo su campaña de "tierra arrasada" contra la población sospechosa de pertenecer a la oposición armada.
.
Según sus testimonios, recientemente calificados de medias verdades por un investigador estadounidense (normal, que como siempre, intentes dervirtuar, a quién es una gran luchadora por las creencias tradicionales), su hermano menor fue secuestrado y asesinado por el ejército, su padre quemado vivo junto con otros veintinueve ocupantes de la embajada de España y, pocos meses después, su madre también moría torturada.
.
Rigoberta salió del país y se refugió en México a los 21 años, donde fue acogida en Chiapas por el obispo Samuel Ruíz García. Al año siguiente volvió a Guatemala pero muy pronto tuvo que refugiarse en Nicaragua y luego otra vez en México.
.
Desde allí inició una serie de viajes cuyo epicentro fue Ginebra, donde participaba en el grupo de trabajo de la ONU sobre poblaciones indígenas.
.
En 1988 regresó otra vez a su país; fue encarcelada inmediatamente y se vio obligada a partir de nuevo al exilio.
.
Participó en la organización de los encuentros indígenas previos a la conmemoración del quinto centenario de la llegada de los colonizadores españoles a América.
.
En 1992 fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz y actualmente se dedica a actividades en favor de los derechos humanos.
.
Su hermana Anita cuenta que Rigoberta es una persona que estuvo privada de todo durante su niñez y su juventud, entonces cualquier cosa la sorprende.
.
"Si le regalan una camisa, le parece sensacional, se maravilla ante todo lo que uno le dé, se maravilla ante el agua que corre por las calles, ante la técnica hoy en dia, es su capacidad de maravillarse con todo lo que existe en el mundo y su deseo de aprovechar lo que nunca tuvo, de poder vivir lo que nunca pudo, lo que nunca le dejaron vivir", finaliza su hermana menor.